Bueno es algo que todos damos por hecho, pero la realidad suele ser distinta. No le prestamos atención al punto de intensidad que tiene en ese momento la maquina de soldar con electrodo.
Cuando nos ponemos a soldar en la pieza que es la valida. Es cuando nos percatamos que la habíamos regulado para otro electrodo distinto al que estamos usando en ese momento. O simplemente los espesores que vamos a soldar son muy distintos.
Pero cuando la situación es algo más complicada como la separación de las piezas que vamos a unir, es necesario afinar al máximo su regulación para no aumentar más que la separación original (hacer más agujero).
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Después de haber publicado la primera parte, he preparado una segunda donde se explican otra serie de recomendaciones a tener en cuenta para estirar la vida útil de los aperos de labranza.

